De entre todos los matemáticos que han existido, destaca la figura del francés Evariste Galois (1811-1832), el matemático más precoz de la historia, quien pasó en la cárcel el último año de su vida, detenido por sus ideas revolucionarias. Su trabajo ofreció las bases fundamentales para la teoría que lleva su nombre, una rama principal del álgebra abstracta; fue uno de los fundadores del álgebra moderna, revolucionó la matemática valorizando el uso de la noción de estructura. Nació en la localidad de Bourg-la-Reine, y mientras aún era un adolescente, fue capaz de determinar la condición necesaria y suficiente para que un polinomio sea resuelto por radicales, dando una solución a un problema que había permanecido insoluble durante muchos años. Fue el primero en utilizar el término "grupo" en un contexto matemático.
En sus convicciones filosóficas, excepcionalmente avanzadas para su época, basó su enfoque de la ciencia como actividad humana y colectiva. Murió finalmente en un duelo por una mujer, que tal vez fuera una intriga real para acabar con él -tal y como lo afirmó siempre su hermano menor- debido a sus radicales posturas políticas en contra de la monarquía.
Es una de las personas que más admiro, y quisiera compartir con todos su historia, por eso les recomiendo ampliamente una novela basada en su vida y que yo creo que sería de su agrado. Cabe mencionar que no es necesario saber matemáticas para leerla.
El elegido de los dioses es un libro del matemático Infeld Leopold -discípulo de Albert Einstein-, quien lo escribió como novela y relata la vida del gran matemático y revolucionario Evariste Galois, un genio con vocación social. Para escribir la obra el autor se documentó ampliamente y cita sus fuentes al final del libro. Y aunque contiene algunos tintes de ficción, el autor aclara: "La verdad es consecuente consigo misma y en última instancia allí donde faltan documentos, allí donde deben sustituirlos la deducción y la imaginación, esta autoconsistencia es el único criterio de verdad ".
El personaje era hijo de una familia de políticos y juristas, y fue educado por sus padres hasta los doce años, momento en el que ingresó en el Collège Royal de Louis-le-Grand, donde enseguida mostró unas extraordinarias aptitudes para las matemáticas. Con sólo dieciseis años, interesado en hallar las condiciones necesarias para definir si una ecuación algebraica era susceptible de ser resuelta por el método de los radicales, empezó a esbozar lo que más adelante se conocería con el nombre genérico de «teoría de Galois», analizando todas las permutaciones posibles de las raíces de una ecuación que cumplieran unas condiciones determinadas. Mediante dicho proceso, que en terminología actual equivale al de hallar el grupo de automorfismos de un cuerpo, sentó las bases de la moderna teoría de grupos, una de las ramas más importantes del álgebra. Galois intuyó que la solubilidad mediante radicales estaba sujeta a la solubilidad del grupo de automorfismos relacionado. A pesar de sus revolucionarios descubrimientos, o tal vez por esa misma causa, todas las memorias que publicó con sus resultados fueron rechazadas por la Academia de las Ciencias, algunas de ellas por matemáticos tan eminentes como Cauchy, Fourier o Poisson. Subsiguientes intentos de entrar en la Escuela Politécnica se saldaron con sendos fracasos, lo cual le sumió en una profunda crisis personal, agravada en 1829 por el suicidio de su padre.
Encarcelado por sus ideales políticos, dos días antes de su muerte Galois fue liberado de la prisión. Miembro activo de la oposición antimonárquica, se vio implicado en un duelo cuyas motivaciones aún hoy permanecen confusas. Los detalles que condujeron a su duelo (supuestamente a causa de un lío de faldas) no están claros. Lo que queda para la historia es la noche anterior al evento. Previendo su más que posible muerte en el lance, trabajó febrilmente en una especie de testamento científico que dirigió a su amigo Auguste Chevalier. Evariste Galois estaba tan convencido de lo inmediato de su muerte que pasó toda la noche escribiendo cartas a su amigos republicanos y componiendo lo que se convertiría en su testamento matemático. En estos últimos papeles describió someramente las implicaciones del trabajo que había desarrollado en detalle y anotó una copia del manuscrito que había remitido a la academia junto con otros artículos. El 30 de mayo de 1832, a primera hora de la mañana, Galois recibió un disparo en el abdomen y murió al día siguiente a las diez (probablemente de peritonitis) en el hospital de Cochin después de rehusar los servicios de un sacerdote. Sus últimas palabras a su hermano Alfredo fueron: "¡No llores! Necesito todo mi coraje para morir a la edad de 20 años".
Las contribuciones matemáticas de Galois fueron publicadas finalmente en 1843 cuando Liouville revisó sus manuscritos y declaró que aquel joven en verdad había resuelto el problema de Abel por otros medios que suponían una verdadera revolución en la teoría de las matemáticas empleadas. El manuscrito fue publicado en el número de octubre de 1846 del Journal des mathématiques pures et appliquées.
Ojalá se animen y conozcan un poco más sobre este mítico matemático cuya vida y obra es motivo de inspiración para muchos, matemáticos y no matemáticos.
miércoles, 6 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario